Instagram agregará una interesante novedad a su función de compras que permitirá a los usuarios probarse un producto antes de comprarlo en la aplicación, todo ello gracias al uso de herramientas de realidad aumentada.
Fuente: Trecebits
Instagram ha agregado una interesante novedad a su función de compras que permitirá a los usuarios probarse un producto antes de comprarlo en la aplicación, todo ello gracias al uso de herramientas de realidad aumentada.
“El usuario también puede compartir su selfie con el producto en sus Stories de Instagram“
En un principio la funcionalidad está reservada a algunas marcas que venden sus productos directamente en Instagram, aunque más adelante podría extenderse a todas las firmas. Enseñas de cosméticos como Mac y Nars y las marcas de gafas Warby Parker y Ray-Ban ya forman parte de esta iniciativa y permiten a los usuarios probarse sus productos antes de comprarlos.
La tecnología que subyace en esta novedad es la de la plataforma Spark AR, en la que se basan la mayor parte de los efectos de cámara de Instagram y los anuncios de realidad aumentada en Facebook. ¿Cómo funciona el filtro de realidad aumentada? Cuando el usuario esté navegando por el perfil de una empresa y en una de sus publicaciones haya etiquetado un producto susceptible de ser «probado», se mostrará un aviso en la etiqueta de compra, junto al precio y el resto de características.
Si el usuario pulsa sobre el aviso, podrá subir una imagen de su rostro o tomarla directamente al abrirse la cámara de la aplicación. En ella, podrá utilizar el filtro de realidad aumentada para ver cómo le quedarían las gafas -o el producto que sea- tal y como se muestra en las imágenes. El usuario podrá compartir, si así lo desea, cómo le queda el producto en sus Stories. Eso sí, en la imagen quedará sobreimpresionado el logotipo de la marca.
Esta iniciativa ofrecerá una herramienta más de venta a los propietarios de tiendas en Instagram y a los consumidores más capacidad de elegir a la hora de realizar sus compras. El pasado mes de marzo Instagram ya introdujo la posibilidad de realizar pagos dentro de la plataforma. Hasta ese momento los vendedores podían incluir enlaces de venta en los productos pero cuando un usuario pulsaba sobre ellos era redireccionado a una web externa (la página web del comercio, la tienda online en Facebook…) para que realizara la compra.