DARK KITCHENS, ¿EL AVE FÉNIX DEL NEGOCIO GASTRONÓMICO?

Una dark kitchen o cocina fantasma es un modelo de negocio que apareció en el 2017 y tomó fuerza los años posteriores en Europa, con el estallido de las apps de comida, pues fueron estas compañías quienes vieron la oportunidad de ofrecer los espacios acondicionados únicamente para preparación de comida y de reparto delivery por medio de su propia red. ¡Vaya Visión!

Por Flavia Forero


El concepto de Dark Kitchen, como sabemos, se caracteriza por contar solo con el espacio físico, donde la marca que lo tome, pueda cocinar, organizar los pedidos virtuales y con las mismas, despachar las entregas gracias al conglomerado de motorizados que está afuera esperando partir la carrera. Y todo esto se lleva a cabo con el personal mínimo indispensable, es decir, que nos olvidamos de la atención tradicional donde existe el mesero, las mesas tendidas y la vajilla apropiada, para dar paso a una extensa red de cocinas funcionando a todo babor.

Estos establecimientos pueden ser compartidos por varias marcas de distintos tipos de comida, inclusive, una cocinando al lado de la otra para satisfacer los más exigentes paladares en el menor tiempo posible y con la mejor presentación que genere una gran primera experiencia.

dark Kitchen
(Fotografía de Daniel Nijland

Si bien los emprendedores consideran este modelo de negocio muy atractivo porque demanda una inversión mucho menor y puedes tener convenio con una app para ejecutarlo. También, son los restaurantes ya posicionados en el sector gastronómico que atienden físicamente a sus clientes quienes decidieron voltear a verlo, y no solo por las razones previamente mencionadas, sino porque además, pueden abarcar más con menos, es decir que manteniendo su restaurante actual bajo las mismas condiciones y aperturando cocinas en zonas más alejadas logran abastecer más clientela de la región sin afectar la calidad ni tiempo.

“Muchas empresas y marcas decidieron volcarse por las Dark Kitchens en el último tiempo, atendiendo a las demandas de los nuevos consumidores” – Gaspard Hambückers, fundador de Kitchenita.

(Fotografía de Gareth Harrison)

Es importante mencionar que esta tendencia tomó cuerpo con la llegada del coronavirus al mundo. Hemos podido apreciar que es transversal a todos los mercados como España, México, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia, donde ya son varias marcas operando, ayudando a muchas empresas a resurgir en tiempos de pandemia.

Según diario El Comercio, en el último año, algunas de las cocinas fantasma han cosechado tal éxito que han podido convertirse en franquicia y abrir sus primeros restaurantes físicos.

Y si existe innovación en el mercado, con ello aparece el reto en la comunicación ¿Cuál es la manera correcta de acercarte a los clientes y demostrarles que eres la mejor opción en un panorama nuevo, donde suprimiste el lugar físico, te fuiste a una cocina oscura y perdiste ese contacto físico que antes tenias con el público?

En estas nuevas condiciones, las empresas tienen que capitalizar todo a través de las redes sociales y de su marca. Hoy, quizá más que antes, cuidar y construir una marca se ha vuelto mucho más relevante, y dado esto, la estrategia debe darle mayor peso a generar contenido ágil y de alto impacto, ver la manera de reforzar el servicio al cliente; porque al final este espacio termina convirtiéndose en el lugar “físico de la marca”.

Somos los responsables al 100% de cuidar al detalle el packaging y la forma de entregar cada delivery, porque es la primera experiencia lo que cuenta y más aún, considerando que nos encontramos en medio de un boom, una fiesta donde todos compiten por un clic en el app. Así que nos toca hacernos cargo, poniendo toda nuestra creatividad a prueba, teniendo en cuenta que el mundo digital será la única vitrina para forjar una buena reputación.